Éso.
¿Hasta cuando, Mariano?
Quousque tandem abutere, Marianus, patientia nostra?
No están los tiempos para discursos como aquellas famosas catilinarias que Cicerón le endosó al conspirador Catilina cuando el famoso político y orador se hartó de los repetidos intentos, por lo civil y lo criminal, de éste último por hacerse con el poder. Por lo pronto, no disponemos ahora de políticos con la labia y el talento de Cicerón, e incluso los rivales, como fue en su momento Catilina, tienen mucha menos enjundia.
Lo cual no quita que no podamos "saquear" a Cicerón y usar alguna de sus frases para dedicársela a nuestros gobernantes. Es lo que tienen las citas indelebles, incluidos los latinajos. Que pueden ser usados por toda la eternidad.
Por tanto...
¿Hasta cuando abusarás, Mariano, de nuestra paciencia?