Barça y deporte

No se engañen ustedes. Uno no es deportista, y si me conocieran personalmente, verían que mi oronda figura da buena fé de ello. Como mucho, llego a practicar natación con irregularidad, y me encanta el senderismo, o sencillamente, "andar". Pero hasta ahí llego.

Sin embargo, me encanta ver deporte, o, como se dice castizamente, practicar el "sillónbol". Me siento ante la caja tonta y me dejo llevar por su exaltación del esfuerzo físico y ansia de superación, por la intriga inherente a su aspecto competitivo y por su faceta de espectáculo. A veces tomo partido por un deportista o equipo concretos, ya sea por compartir nacionalidad, por simpatías personales o por otras razones cabalísticas variadas... y otras veces no, disfrutando sencillamente de la belleza o espectacularidad del mismo.

Por ello, en estas páginas verán comentarios sobre deportes: sobre los que más me gustan (a saber, fútbol, ciclismo o tenis) o sobre otros que tangencialmente me atraen, como el baloncesto o el balonmano. También habrá comentarios sobre la importancia social de la actividad deportiva, y, por desgracia, sobre los aspectos más ruines y mercaderes del mismo.

Foto de Jordiasturies

Sin embargo, a pesar de esta pátina de imparcialidad y frialdad deportiva, incluso de desprecio por su cara más ruin, tendré que salir del armario y declarar publicamente que... soy del Barça. No a nivel fanático, pero sí lo suficientemente forofo para disfrutarlo y/o padecerlo. Ésta es una bendita debilidad que me ha acompañado desde hace más de treinta años, y que hace que me trague partido tras partido, a veces en un frenesí de nervios y exultante alegría cuando llegan los triunfos y títulos... y la obvia decepción cuando no llegan. Por ello, el Barça será parte importante en la sección que he titulado con un verso del himno culé, Tant se val d'on venim, sección heredera de mi última bitácora que había dedicado en exclusiva a la actualidad blaugrana.

En definitiva, si ustedes son tan sillónboleros como yo, y no digamos si son de los que, como dice Sabina en su canción sobre Serrat, cuando gana el Barça creen "que hay Dios y es azulgrana"... aquí tienen un sitio.