Si hubiera una carrera universitaria que diera el título de "político", la oración que encabeza este envío bien podría ser uno de los consejos que recibirían los aspirantes a padrastros de la patria. Cuando te falten argumentos, o los que tienes pudieran ser no ya rebatidos, sino sencillamente discutidos, acude a la demagogia. Mano de santo. Éxito asegurado... al menos entre los que tienen dudas o los que están dispuestos a beber de cualquier agua que les ofrezcas.