Farmacia de Alonso Luengo, en León. Foto de Jordiasturies.

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lunes, 8 de octubre de 2018

Un apocalypse no now, pero casi

Ahora resulta que anda todo el mundo izquierdoso o pseudoizquierdoso acojonado con la conjunción astronómico-catastrófica de los Kavanaugh, Bolsonaro, Vox, Salvini y demás bestias pardas...

... y sí, está muy bien estar acojonado, y poner cara de acongoje, darse golpes en el pecho de furia e impotencia y rasgarnos nuestras muy progresistas vestiduras entre predicciones apocalípticas, anuncios de distopías que ni las del Mad Max y lamentos acompañados de tópicos a lo "que paren el mundo, que me bajo"...

... pero recordad, mis muy queridas amistades y relaciones de "izquierda radical", "izquierda democrática", "izquierda burguesa", "izquierda socialdemócrata" "izquierda presunta", "izquierda real de la de verdad, desconfíe de las malas imitaciones" o cualquier otro grupúsculo al que quieran apuntarse dentro de esta izquierda que parafraseando al de Úbeda, una vez quiso comerse el mundo y al final el mundo fue y se la merendó...

... que a esta lamentable situación estamos llegando cada vez que...

... apoyamos a una izquierda patriotera que antepone el país a sus ciudadanos.

... no vamos a una manifestación para defender nuestros derechos porque creemos que no servirá para nada.

... no vamos a esa manifestación porque nos creemos muy listos y no nos dejamos engañar por los sindicatos.

... asentimos cuando alguien nos suelta que todas las ideologías son iguales porque hay corrupción en todas partes.

... tozudamente dejamos que ciertos extremismos fascistas prosperen en las votaciones porque no apoyamos al candidato rival de izquierda por no responder a nuestra idealizada imagen de lo que debe ser.

... admitimos que los errores y horrores históricos del pasado se mantengan bien a la vista porque "eliminarlos no soluciona nada" y "hay cosas más urgentes".

... cedemos a la tentación de despreciar a los que piensan diferente, a los que viven diferente, a los que rezan diferente, a los que no quieren estar donde nosotros, olvidando que la frase "Yo no soy X, pero", donde X=cualquier adjetivo de contenido antiprogre y antidemócrata, en realidad significa "Yo soy X, vaya que sí".

... aburrimos al personal con disquisiciones bizantinas sobre el lenguaje, e intentamos hacer desaparecer por arte de birlibirloque los referentes culturales que han hecho lo que somos sin analizarlos en detalle, ejerciendo total desconocimiento sobre los mismos y pasando nuestro complejo de superioridad moral sobre la gente que ha disfrutado y sigue disfrutando de los mismos.

Cada vez que caemos en alguno de estos defectos, un ángel radical gana sus alas y el fascismo está más cerca.

Sigue estando en nuestras manos.

¡Salud!

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