Farmacia de Alonso Luengo, en León. Foto de Jordiasturies.

¿QUÉ PUEDES ENCONTRAR EN LA BOTICA?

sábado, 25 de agosto de 2018

Hablando con exhumante franqueza

Sobre el asunto este de qué hacer con los restos de un dictador repugnante, iremos al grano contestando a una serie de comentarios oídos o leídos por ahí...


"Este asunto es una vuelta al pasado. Debemos ocuparnos del presente."

Perdonen, pero no. Es triste y doloroso presente, y, si me apuran, una lacra para el futuro. En cualquier viaje a Madrid, pasado Guadarrama, observando el paisaje, una de las primeras cosas que se ve en la lejanía es un monumento homenaje a un dictador sanguinario. No es que miremos en esa dirección a un supuesto vacío pensando "ahí había un monumento a un dictador". No, el monumento esta ahí. Alardeamos de una democracia, y resulta que esta claramente permite que se mantenga un homenaje a un tirano. Ahí está, es doloroso presente, y hay que ocuparse de él.

"Hay asuntos mucho más importantes de los que un gobierno se debería ocupar."

Evidentemente. Y está claro que la exhumación de los restos de Franco no trae automáticamente la solución del resto de problemas del país. No provocará la bajada del paro, ni la desaparición de la ley mordaza, ni la resolución del problema catalán... Pero también es cierto que desaparecerá un síntoma de una enfermedad del sistema. No es una lesión coronaria, pero sí ese juanete que molesta y que nos impide andar con comodidad. Y por una vez, no pasaría nada si lo urgente dejara paso a lo importante.

"Se reabren viejas heridas."

Todo lo contrario. Se cierra una herida que no había restañado aún y que afecta a la convivencia tanto como a la salud del sistema. Del mismo modo que cuando se recuperen los cadáveres de las cunetas y fosas comunes se restañará otra herida.

"Va en contra del espíritu de reconciliación de la Transición."

Si ustedes creen que la Transición fue un camino de rosas en el que mágicamente los dos bandos se dieron abrazos y besitos, mejor se leen las hemerotecas y los libros de Historia. Hubo enfrentamientos y muertos. No hubo guerra, claro, y eso es bueno. Pero tampoco fue un remanso de paz. Y, aunque desde luego se pueda pensar que es más que posible que fue lo único que se pudo hacer en ese momento, cuarenta años después no podemos seguir colgados de la sacrosanta Transición. Si asumimos que estamos ahora en un sistema democrático, asumimos también que la Transición ya no existe por no ser necesaria. Y si resulta que sí, que todavía existe, velando por la conciliación de las dos Españas, y que por ello es mejor no tocar los símbolos y homenajes franquistas, entonces habrá que aceptar que estamos aún en una democracia tutelada y vigilada. Ustedes escogen.

"Los vencidos pretenden ganar la guerra con esto."

Este comentario es insultante, y sí que está anclado en el pasado más cruel de nuestra Historia. Nadie en su sano juicio puede pretender que con la exhumación de los restos del dictador mágicamente desaparecen las derrotas, los muertos, los encarcelados, la desolación, el hambre, el miedo, el exilio, las torturas. Así que no insulten. Todos tenemos muy claro que se perdió una guerra. Así que mejor callen la puñetera boca con este asunto. A no ser que sean tan lerdos como para confundir la satisfacción, que eso sí que la habrá, de ver desaparecer el homenaje al tirano con una creencia en que la guerra se gana con esto.

"Es ilegal."

La exhumación viene vía un decreto ley firmado por un gobierno que viene de una moción de censura apoyada por la mayoría de un Parlamento votado por los ciudadanos españoles. Eso lo hace legal. Y ya que hablamos de legalidad, léanse la Ley de Memoria Histórica, que aboga por la desaparición de todos los símbolos franquistas, y en lo referente al Valle de los Caídos, aunque no se plantea la desaparición del mismo, sí que deja claro que todo homenaje o acto franquista queda prohibido.

"Va contra los derechos de la familia del fallecido."

Si hablamos de los derechos del fallecido, se sabe que Franco, y de aquella también su familia, quería que le enterraran en un mausoleo familiar, y que la decisión de enterrarle en Cuelgamuros fue una improvisación e imposición del Gobierno. Por lo demás, se están dando todas las facilidades a la familia para que disponga de los restos según su conveniencia, y que si no quiere hacerlo, se le garantiza un enterramiento digno. Mucho más de lo que el dictador dio a sus víctimas.

"Es antidemocrático."

Este comentario es una coña marinera, ¿verdad?

¡Salud!


No hay comentarios: